viernes, 21 de octubre de 2011

Alumno y Maestro, la tarea es de los dos.



Hace ya varias semanas, platicando con un Profesor de nivel medio superior, me comentaba que, según las exigencias del director, no podía reprobar a tantos alumnos, aunque éstos se lo merecieran, porque ésto hacia ver "mal a la escuela".



En las últimas décadas, México se ha visto envuelto en un decadente sistema educativo, que si bien habrá zonas donde la calidad sea buena, la periferia sufre del recóndito dolor de una mala educación.



El alumno y su compromiso...

El aprendizaje se ha vuelto obligatorio, el saber ya no importa, importa tener un 6 o un 10 aunque para el examen hayas estudiado un día antes y un mes después, ya no te acuerdes absolutamente de nada. La escuela es vista como un requisito, no como una institución que te forme para ser alguien productivo.

El deber como alumno, es gestionar una mejor calidad educacional (tal como se está viendo en Chile) o bien buscar el conocimiento por él mismo, siempre con la iniciativa de mejorar lo que está mal.
Pero, como la mediocridad y conformismo ya es un rasgo característico de nosotros, pues ¡Qué los demás lo hagan!

El compromiso del Maestro, más allá de una quincena y vacaciones...

Cuando Pitágoras dijo "Educad a los niños y no castigaras a los hombres" tuvo razón.
Si tienes una ciudadanía ilustrada, no será necesario recurrir a la opresión, pues la responsabilidad que forma parte de la razón, formará unos personas más comprometidas con la sí mismas, con su familia y con su país.

En éstos tiempos, el ser Maestro es una profesión vista con inferioridad sin tener en cuenta
que está en sus manos la educación y formación del futuro del mundo. Lo peor de pensar que
el ser maestro es una profesión inferior, es que, los mismos maestros, se lo han creído y sólo han visto en ello, una cheque con una remuneración, sin dar enseñanza alguna.

"Cuando un maestro rompe la cadena de sucesos que ilustran y nutren al alumno del conocimiento, entonces ya no es un maestro"

No cualquiera puede ser maestro, porque no cualquiera ha desarrollado las habilidades que se requieren para ilustrar a un puñado de jóvenes, y más allá de eso, ilustrarse a sí mismo.
Ni tampoco es fácil ser maestro, dado que llegas a sembrar el conocimiento y revolucionar el pensamiento de tus alumnos, y eso, en estos tiempos se ha tornado realmente muy difícil difícil. 

La educación, desde donde debería de ser.
"Dale un pez y comerá un día, enséñale a pescar y comerán siempre"

Ir a la escuela, se ha convertido cotidianamente en sólo irte a sentar y escuchar sin razonar. La educación debe de ser un sistema más complejo, educándonos para desarrollar nuestro pensamiento y así sucesivamente servirle más a nuestro planeta.
¡Qué nos enseñen a pescar!

Sin embargo, cada día la esperanza de tener una mejor educación, se está convirtiendo en una veterana utopía, una utopía, que no pierde  esa ilusión de convertirse en una realidad.


Diane Guadalupe

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