jueves, 12 de enero de 2012

Alegría y amor: una reflexión por las emociones part. 5

La mejor forma de cambiar a las personas es por medio de la emoción, no de la razón.


Alegría.

Es la emoción en la que se percibe un estado fresco y vivo, animado; en donde la vitalidad de la persona es captada por los demás y se encuentra con un estado de paz y calma.

En la alegría, podemos encontrar las siguientes emociones:


  • Calma
  • Felicidad
  • Dicha
  • Alegría
En cualquiera de estas, el estado de paz y la vitalidad de la persona sale a relucir.

Tanto corrientes religiosas como filosóficas, han destacado a la alegría como un fin ultimo de la humanidad e implantado acciones especificas para lograrlo; como los estoicos griegos (en la antigua Grecia) donde se asumía un universo en donde todo formaba un uno con el todo, asumiendo principios de razón y virtud; y manteniéndose ajeno a lo material y sus comodidades.

2 ejemplos más actuales son el budismo Zen y la religión Cristiana. En el zen, se busca la sabiduría alejándose de todo conocimiento racional o sistemático por medio de la meditación y/o reflexiones (Koans). En el cristianismo, se siguen los preceptos enseñados por Jesús y el antiguo y nuevo testamento para una vida plena y un camino hacia la vida después de la muerte.

Dejando de lado esto, actualmente la gente busca la felicidad y la alegría de distintas formas; el problema reside en que no todos saben lo que es la alegría y lo buscan cumpliendo sus metas, cuando realmente se es alegre si nos lo proponemos desde el principio.

Muchos piensan que se es feliz alcanzando metas, cuando la en realidad es en el trascurso de la vida y el cumplimiento de estas metas donde aparece. La gente seria más feliz si es consiente de lo que hace y tiene; de lo que gasta y pierde.

Algo que también es necesario, es que no siempre se ha de ser feliz, hay que pasar de emoción a emoción en la vida. Pasar alegrías, tristezas, ira... pero ser consiente de todo y disfrutarlo.




Amor.

No podemos decir que el amor es una emoción en si misma, más bien; es un estado en la que se combinan distintas emociones y sentimientos enfocados a distintas personas y que nos llevan ha hacer distintas cosas por ellas.

A lo largo de toda la humanidad, se ha tratado de definir y enfocar el amor y los distintos tipos de amor que hay. La gente solo es consiente del amor eros que es el que se siente en la pareja, pero existen más.

  • Eros (de parejas)
  • Fati (al destino, ser feliz sin importar lo que pase)
  • Filial (de la familia, padres e hijos)
  • Filos (de amistades)
  • Agape (a Dios)
No explicare mucho del amor, ya que he hablado de esto en entradas anteriores. Solo diré una cosa para concluir esta serie de entradas. Las emociones son parte de nuestra naturaleza y no importa como, solo hay que disfrutarlas sin que nos dominen por completo.


martes, 3 de enero de 2012

Corrupción, el verbo de tener un precio.

DESDE LO MÁS PEQUEÑO:


Lo he citado, vivo en un rancho perteneciente a San Luis Potosí, de esos pueblitos donde las señoras solo tejen en las tardes y se escucha el bramido de las vacas. 


Por acá la política sólo es vista como un intento de salvar las comunidades colocando pavimento. Todo avance es bueno, lo extraño viene cuando los ex presidentes municipales hacen notar sus extravagancias con lujosas adquisiciones de dudosa procedencia. 


Estámos en vísperas de las elecciones en México, lo que conlleva un bombardeo de publicidad citando las míticas promesas y mejores caras de los candidatos aspirantes a la presidencia de nuestro ya cansado país. Sus mensajes dejan claro lo que quieren: Un mejor México. Pero, desde que leí el libro "Los Señores del Narco" de Anabel Hernández me he quedado muda pero no tan sorprendida de la corrupción que existe desde las ramas más bajas de la política hasta los sectores más elitistas del gobierno. Divagando en mi reflexión, concluí: Corrupción, el verbo de tener un precio. 


Parece que en México, vivimos a traición, basta con ver partes de nuestra historia. Desde el abuso de poder que mantenían los enviados de la Corona Española a la Nueva España hasta el golpe de estado de Victoriano Huerta y Felix Díaz en contra de Francisco I. Madero. Así es la política en nuestro México, personas que quieren el beneficio para sí mismos o donde incluso tienen que cumplir intereses de terceros, porque es parte del juego de sobrevivir.


¿Qué es la corrupción?
La corrupción es toda aquélla actividad ilícita que pretende aprovecharse del poder confiado por una sociedad o ciudadanía y que tiene como fin el beneficio personal y privado. 


¿Qué orilla a una persona a ser corrupta?


-Falta de valores y desinterés por el progreso social y colectivo.
-Superficialidad o Materialismo, poder.
-Influencia por familiares o amigos.
-Superveniencia económica dado el contexto del individuo, por ejemplo, una crisis financiera o poca demanda de empleos (aunque ésta podría ser una causa exógena)
-Soborno y amenaza por terceros.


Soy parte de lo ilícito 
Vas por la carretera, un tránsito te detiene y te inculca una infracción, pero entre dientes, con voz baja te dice: "O lo que quiera dar pa'l chesco"
Tu sacas un billete de $20 pesos y en pocos minutos ya estás de nuevo en el camino.


Salir de un problema con atajos como la corrupción nos es más fácil ¿Por qué? Porque indiscutiblemente estamos educados así, a hacer las cosas sin límites y de la forma más cómoda posible, ahorrándonos esfuerzo. La poca honestidad en toda la sociedad ha formado un sistema sin valores. 


La ilegalidad no solo es cosa de políticos, es cosa de cada uno, y es el pan de cada día. 


¿Por qué Corrupción es verbo de tener un precio?
Corrupción es deshonestidad. Si nuestro valor de la honestidad no estuviera tentado por el dinero otra cosa sería, si el oro no fuera significado de poder, otro mundo viviríamos. 
Tenemos un precio... pero hay algunos que, como dijo Zapata, prefieren morir de pie, que vivir de rodillas. 


Nota a los lectores: Recomiendo abiertamente el libro de "Los Señores del Narco" de Anabel Hernández. Por cierto, buen inicio de año... ¡Paz y Evolución!